Los destinos 'reales' de la Infanta Margarita

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No me digáis que nunca habéis sentido debilidad por la pequeña niña protagonista de Las Meninas de Velázquez, la Infanta Margarita de Habsburgo, hija de Felipe IV y Mariana de Austria. Tan rubia y angelical, protagonista de la atención de todos los presentes en el cuadro, pero a la vez con una mirada melancólica que al menos a mí siempre me ha inspirado pena. Siento como si su mirada tierna fuera en el fondo una llamada de auxilio, como si se sintiese sola a pesar de estar rodeada de tanta gente. Es lo que me inspira, aunque estos días he vuelto a acordarme de ella por motivos bien distintos.

En pasadas semanas ha sido subastado en Londres un diamante que le perteneció, una pieza azul de casi 36 quilates que recibió de manos de su padre por su compromiso matrimonial con su tío Leopoldo I, Emperador de Austria. El diamante, que pasó a sus herederos y llegó a las manos de los Wittelsbach –dinastía que reinaba en Baviera-, ha alcanzado un precio de casi 19 millones de euros. Una minucia si lo comparamos con el valor del cuadro de Velázquez, que además nos muestra más de ella que cualquiera de sus posesiones.

La Infanta, era primogénita del segundo matrimonio que contrajo Felipe IV tras la muerte de la Reina Isabel de Borbón. El Rey resolvió casarse con su sobrina Mariana de Austria, destinada en principio a ser esposa del malogrado Príncipe de Asturias Baltasar Carlos. Puede decirse por tanto que Margarita era una Habsburgo de cualquiera forma que se analizase. Y ni su tez blanca y rubia, ni su prognatismo ‘Austria’ dejaban lugar a dudas. La boda con su tío Leopoldo, que la convirtió en Emperatriz de Austria, procuró que sus cuatro hijos fuesen más Habsburgo aún que ella, pero durante algún tiempo se jugó con la Infanta y su futuro como era normal con las princesas casaderas de las distintas dinastías reales hasta hace bien poco.

Ya sobre los 5 años, con los que aparece retratada en Las Meninas, su entorno sabía que su destino era la corte de Viena. Pero como buen peón de la diplomacia española de la época, también se especuló para ella con otras posibilidades. Quizá a ello se deba la variedad amplia de retratos que el pintor de la corte, Diego Velázquez, hizo de la Infanta. Y es que fue sin duda el miembro de la Familia Real Española más retratado por el sevillano. Uno de los reinos que se pensó para ella fue el de la Inglaterra de Carlos II. Aunque dados los avatares de la familia Estuardo, mejor lo de Austria, donde hoy reposan sus restos en la Cripta Imperial de los Capuchinos de Viena, tras haber fallecido con 22 años por complicaciones del parto del último de sus hijos.

Pero de todos los posibles destinos ‘reales’ en los que hubiera podido recalar nuestra Infanta Margarita, el que más atractivo me hubiera resultado de haberse materializado es el que podría haberla puesto al frente de la Corona de España. Cuando el Rey Felipe IV intuye su propia muerte, y dada la fragilidad de su hijo varón –el futuro Carlos II de España- que contaba con 4 años en aquel momento, redactó una serie de indicaciones en su testamento en las que contemplaba la posibilidad de la herencia de la Corona para la Infanta Margarita y su descendencia –ya en ese momento en el trono del Imperio-. Realmente eran Habsburgo y procedían de España por todos los ascendentes. Pero Carlos II alcanzó la madurez física y, como ya sabemos por la historia posterior, su testamento dejó el trono en las manos de la descendencia francesa de su hermana la Infanta María Teresa, casada con Luis XIV e hija del primer matrimonio de Felipe IV. Esto supuso que los Habsburgo austriacos quedaran apartados del trono español y por tanto la descendencia de la Infanta Margarita, preferencia esta última que probablemente hubiera querido Felipe IV. Pero todo ello es otra historia y algún día hablaremos de ella… 

2 comentarios:

  Lourdes Gómez

17 de noviembre de 2010, 17:06

Me ha encantado saber más cosas de esta noble protagonista de Las Meninas! No sabía nada de ella. Quién sabe qué hubiese ocurrido en la historia de España si ella hubiese sido la que llevara las riendas de la monarquía española, me encantaría saberlo!

  Mafalda

17 de noviembre de 2010, 20:59

Si ella hubiese sido reina y sus descendientes sus herederos, probablemente la Historia de España hubiera sido distinta. Pero median tantos siglos de entonces a ahora que realmente, querida Lourdes, es imposible saberlo.
Gracias por tu comentario.




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