Qué poco hemos cambiado

PALMA DE MALLORCA, SPAIN - AUGUST 08:  Prince Felipe of Spain (L) and King Juan Carlos of Spain attend the 28th Copa del Rey Mapfre Audi Sailing Cup Awards Celebration at Ses Voltes Cultural Center on August 8, 2009 in Palma de Mallorca, Spain.  (Photo by Carlos Alvarez/Getty Images)

Recomiendo a todo el interesado la lectura del artículo de opinión de Manuel Ramírez, aparecido el diario ABC el pasado 20 de julio. Expone en el mismo la conveniencia para España de una monarquía como forma de Estado, poseedora como es del elemento continuador que todo país necesita cuando es de carácter tumultuoso –y el nuestro lo es un rato-. Asimismo ejemplifica lo poco que hemos cambiado, citando para ello las palabras que el Rey Amadeo de Saboya refería en su carta de renuncia al trono de España. Estas palabras hacían referencia a las peleas entre los partidos y la poca claridad a la hora de la búsqueda de verdaderas soluciones para el país.




La "plebeyización" de las Monarquías

The wedding of Prince Rainier III of Monaco, Louis Henri Maxence Bertrand de Grimaldi, to American actress Grace Kelly, known thereafter as Princess Grace.  Original Publication: Picture Post - 8336 - The Hour Of Marriage - pub. 1956 (Photo by Joseph McKeown/Getty Images)

Sin prisa y sin pausa, de las dos formas, las monarquías europeas han entrado en el siglo XXI en un proceso de ‘plebeyización’ –sirva la palabra-, del que ya no las salva nadie. Aunque no creo que pretendan ser salvadas. Pero sí deben ser advertidas, añade quien esto escribe. Y me explico.
Tan claro como un día de verano se me antoja –entiendan la cursilería- que no estamos en disposición de obligar a nadie a casarse con otra persona sin estar enamorado/a de ella. Dentro de estas personas están incluidos los integrantes de las monarquías. Por tanto a ellos, como a los demás, el amor puede llamarlos por los caminos más insospechados. Incluido a Alberto de Mónaco, quizá el que ha encontrado a su paso los caminos más retorcidos. Aunque dentro de una moderación, el camino cambiante que más comparten las monarquías desde hace unos cuantos años es el de la elección de plebeyos como consortes de los príncipes y reyes titulares.




Un reinado de película

WICKLOW, IRELAND - JUNE 29:  Actor Sam Neil (L) who plays Cardinal Thomas Wolsey and Golden Globe winning actor Jonathan Rhys Meyers who plays Henry VIII perform on the TV set of 'The Tudors' being filmed on June 29, 2006 in Ardmore Studios, Wicklow, Ireland. Minister John O'Donoghue visited the set of the 29 Million Euro series which documents the early years of King Henry VIII.  (Photo by ShowbizIreland/Getty Images)
La Primera de Televisión Española ha comenzado a emitir la serie inglesa Los Tudor, al parecer con gran éxito de audiencia. Retrata este trabajo de la BBC la vida y milagros del Rey Enrique VIII de Inglaterra desde su juventud, así como de los personajes que poblaron su corte, su familia y sus devaneos, sobre todo sus devaneos. La factura de la serie es muy buena, como ocurre con casi todos los productos de la BBC. También es de destacar la calidad de gran parte de sus actores –muchos muy conocidos como Jonathan Rhys Meyers, Sam Neill, Peter O’Toole, Gabrielle Anwar y Jeremy Northam, entre otros- y la sabia mezcla de elementos como la intriga, la belleza y ciertas dosis de escenas subidas de tono. Ciertamente todo preparado para ser sin duda candidata al éxito. Y éxito ha tenido en Gran Bretaña, donde va ya por la cuarta temporada si mal no recuerdo. Desde luego el reinado de Enrique VIII dio para una larga serie, eso está claro.

Otro Borbón incómodo


Recuerdo que hace unos años leí un libro del fallecido Juan Balansó, titulado algo así como Los Borbones Incómodos, en el que hacía un recorrido por algunos miembros de nuestra Familia Real y sus parientes, y que habíen resultado una “carga” en algunos sentidos para nuestra monarquía. Uno de ellos era Alfonso de Borbón, el fallecido Duque de Cádiz.

La Princesa de Preslav

MARRAKECH, MOROCCO - NOVEMBER 12:  Princess of Preslav, Rosario Nadal attends the dinner gala at Royal Palace during the second day of the Marrakesh International Film Festival 2005 November 12, 2005 in Marrakesh, Morocco.  (Photo by Carlos Alvarez/Getty Images)

Rosario Nadal. Siempre me ha gustado mucho esta mujer. No digamos su todavía marido Kyril de Bulgaria. Y podéis haceros una idea de lo que prometen sus hijos: Mafalda, Olimpia y Tassilo. Eran la familia perfecta: jóvenes, guapos, príncipes, con posibles, bien relacionados… Lo más de lo más.

¿Letizia quiere a los Royals?

¿Es una afirmación veraz, una impresión desde fuera con tintes de realidad o una afirmación falsa de sus detractores que a base de repetirla hace que lo creamos? ¿Tiene algo de aversión la princesa Letizia a la reuniones de la realeza?

La historia se repite

ANDOVER, ENGLAND - MAY 07: Chelsy Davy smiles as she attends Prince Harry's Pilot Course Graduation at the Army Aviation Centre on May 7, 2010 in Andover, England. The Prince of Wales, Colonel in Chief, presented flying badges to students, including Prince Harry who had successfully completed the Operational Training Phase of the Army Air Corps. It was announced today that Prince Harry will fly Apache helicopters during the next section of his training. (Photo by Chris Jackson/Getty Images)
Chelsy Davy, la novia sí y después no y otra vez sí de Enrique de Inglaterra. Supongo que todos la conocen. Hace unos días la he visto de nuevo en Europa, paseando por las carreras de Ascot. Siempre copa de champán en mano y dientes a mandíbula batiente riendo todo el rato. Mientras, y a pesar de ser ella sudafricana -¿o era de Zimbawe?-, su novio visitaba en el Mundial de fútbol a la selección inglesa.
La miro y la vuelvo a mirar. Y no puedo dejar de pensar lo que me recuerda su caso al de Sarah Ferguson. Como Enrique me recuerda a su tío Andrés, el Duque de York. Ambos han pasado parte de su juventud haciendo un poco el gamberro, son militares de carrera, han participado en guerras –Afganistán y Las Malvinas- y se han relacionado con mujeres exuberantes, modelos y actrices. Todo para finalizar teniendo noviazgos con chicas más “normales”, si bien con un punto de “vulgaridad” que no pueden negar tienen tanto Chelsy Davy como Fergie. Nada que ver con Lady Di o Kate Middelton, salvando a la vez las distancias entre ambas.

Una película Disney

Supongo que algunas cosas propias de la cultura sueca se me escaparán y quizá meta la pata en algo… Pero voy a partir del hecho de comentar una boda Real –que ya va teniendo la que escribe experiencia desde los tiempos de Lady Di-, que a grandes rasgos siempre es lo que es (o debe serlo).
La de Victoria de Suecia me ha parecido una Boda Real de “corte mediano” y me explico. Ha tenido cosas grandiosas, como todas las grandes bodas de príncipes europeos, pero características a veces poco elegantes, al menos para el gusto de quien esto escribe. Me ha resultado demasiado de película de Hollywood, muy estudiada, ensayada, medida. Mientras más reflexiono, repaso fotos y vídeos con posterioridad, más me siento como si hubiera ido al cine a ver una película de Disney.

A vueltas con la Sartorius


Leo con estupefacción estos días las palabras de los que piensan que Isabel Sartorius hubiera sido mejor Princesa de Asturias que Letizia Ortiz. Y todo a raíz de las famosas fotografías de las dos en una terraza de El Pardo tomando algo y las posteriores reacciones de todos, que por algo en España hasta el más pintado sabe de la vida de cualquiera que la misma persona en sí.



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