Realeza de nuevo cuño (y II)

Ari Behn and his daughter Emma Tallulah Behn attend the Christmas Day at Ris Church Service in Oslo, Norway on December 25, 2009. Photo by Tom Hansen/Stella Pictures/ABACAPRESS.COM Photo via Newscom
Ari Behn, marido de la princesa Marta Luisa de Noruega, con una de sus hijas.


(Continúa del post anterior)
En el Reino de Noruega la vulgaridad tiene un nombre: Ari Behn, el marido de Marta Luisa de Noruega. Actor, escritor, periodista y todo lo que él dice ser está cargado de una impostura que no puede llevar a engaños. Se trata de “morro”, tiene mucho “morro” y sin duda se aprovecha del tirón mediático que supone estar casado con la hija del Rey de Noruega. Muchos han sido los conflictos que su comportamiento público y sus escandalosas declaraciones han traído. Hace unos días estuvo en Barcelona paseando disfrazado de mujer, mientras rodaba un reportaje para una TV de su país y se le pudo hacer fotos acompañado del famoso transexual Carmen de Mairena. No creo que este comportamiento, que seguro que a él le parece de los más “guay”, lo convierta en diferente a la vulgaridad más tradicionalmente entendida. Me resulta igual que Ducruet, sólo que va de intelectual y no sé si esto es incluso peor. Aunque su esposa últimamente no para de dar sorpresas, porque si no contacta con ángeles lo hace con fallecidos. Todos en Noruega se llevan las manos a la cabeza con la parece y Mette Marit resulta una monja en comparación.

Y es que a veces encontramos también este “nuevo cuño” en los propios príncipes, reyes y aristócratas de nacimiento. Aquí situaría sin duda a Alberto de Mónaco y a su aún cuñado Ernesto de Hannover. Alberto II Grimaldi ha envejecido bastante mal y culpa de ello la tiene probablemente el que lo conozcamos sobre todo por sus juergas y sus hijos ilegítimos (además de por habernos fastidiado la candidatura olímpica de Madrid en una ocasión). De Hannover sólo hay que recordar que ha pagado multas por orinar en público, ha dado palizas a dueños de discotecas y periodistas, y faltó a la ceremonia religiosa de la boda de los Príncipes de Asturias –dejando a Carolina sola entrando en la Almudena- quién sabe si por la afición a la bebida que le tuvo al borde de la muerte los mismos días que Mónaco guardaba luto a Raniero III.

Inglaterra ha pagado su cuota de vulgaridad con Sarah Ferguson, la todavía Duquesa de York. Recuerdo la imagen de sus primeros meses en la realeza: era hortera, vulgar, malhablada, con gustos de nueva rica y algo excéntrica –aunque todos los ingleses son un poco excéntricos-. Resultaba algo “petarda” y todavía hoy en día, incluso divorciada del príncipe Andrés, sigue dando problemas a los Windsor. Un ejemplo ha sido lo ocurrido este verano, cuando la han grabado vendiendo “favores reales” a cambio de dinero. Sophie, la Duquesa de Wessex y esposa del príncipe Eduardo, fue grabada también en circunstancias similares, pero ella es bastante más lista que “Fergie”, y se limitó a decir que no percibía dinero de la Casa Real Inglesa y tenía que trabajar. Todo se solucionó dejando el mismo y permaneciendo a sueldo y tiempo completo para los Windsor.


CANNES, FRANCE - MAY 25:  US actor Robin Williams and Sarah Ferguson, Dutchess of York conduct the auction at 'Cinema Against AIDS 2006', the annual event in aid of amfAR (American Foundation for AIDS Research) at Le Moulin de Mougins during the 59th International Cannes Film Festival May 25, 2006 in Cannes, France.  (Photo by Peter Kramer/Getty Images)
La Duquesa de York, Sarah Ferguson.

En Holanda lo más escandaloso de los últimos años ha sido el noviazgo del príncipe Friso con Mabel Wise, hoy reconvertida en princesa perfecta, defensora de causas nobles. Pero hasta llegar aquí estuvo relacionada durante varios años con un conocido mafioso y traficante de armas. A la chica, con cara de no haber roto nunca un plato, se le olvidó informar de este “pequeño detalle” a la Casa Real y como el Parlamento holandés y el Gobierno no aprobaron el matrimonio, el príncipe Friso renunció a sus derechos dinásticos y no forma parte institucional de la Familia Real holandesa. Mabel recondujo su vida y nadie diría al mirarla que tiene esos antecedentes en su pasado. Porque ciertamente es escandaloso, pero no se trata de una mujer vulgar como lo son muchas de las que acompañan a los mafiosos…

Sobre España, hay que remontarse bien lejos para encontrar vulgares representantes, como lo fueron María Luisa de Parma (esposa de Carlos IV), y María Cristina de Borbón (mujer de Fernando VII). Porque aunque muchos se empeñen con vulgares mentiras, no puede hablarse en estos términos de la actual Princesa de Asturias, Letizia Ortiz. Tres cuartos de lo mismo puede decirse de Dinamarca, donde la única persona vulgar es el príncipe consorte Enrique, y lo más “escandaloso” vivido recientemente ha sido el singular divorcio y nueva boda del príncipe Joaquín, o la boda “de penalti” de la princesa Natalia de Sayn-Wittgenstein, hija de Benedicta de Dinamarca.

Y hablando de “bodas de penalti”, otra ha sido el “mayor escándalo” acaecido en la Corte luxemburguesa actual. El príncipe Luis, de 19 años, dejó embarazada a su novia, plebeya y militar de carrera. Pero finalmente todo se resolvió de manera feliz, porque aunque el príncipe y su descendencia fueron apartados en principio de la sucesión, la boda y el nacimiento de más hijos trajeron el perdón del Gran Duque y la reposición del matrimonio y sus hijos como príncipes luxemburgueses con derechos sucesorios. Una minucia comparado con otras casas reales.

Y vosotros, ¿qué pensáis de estos “miembros” nuevos de la realeza? ¿Qué escándalo “real” tuvo para vosotros mayor impacto social?

1 comentarios:

  Lourdes Gómez

8 de noviembre de 2010, 23:28

De mi retina no puede borrarse la imagen de Carolina de Mónaco sola en la boda de los Príncipes!! Pobre Carolina!! Ese es uno de los mayores escándalos reales, porque fue una humillación pública en un acontecimiento en el que estaban reunidas todas las Casas Reales!! Tierra trágame! Algo nunca mejor dicho!!




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