Johnny, el Príncipe perdido

1906:  The Princess of Wales (1867 - 1953) with her family at Abergeldie Castle, Aberdeenshire. The children are (top, left to right) Princess Mary the Princess Royal (1897 - 1965), Prince Edward (1894 - 1972); (bottom, left to right)  Prince Henry, Duke of Gloucester (1900 - 1974), Prince George, Duke of Kent (1902 - 1942), Prince John (1905 - 1919) and Prince Albert, Duke of York (1895 - 1952).  (Photo by W. & D. Downey/Getty Images)
El pequeño Johnny, de blanco en el carrito, junto a sus hermanos y su madre, la Reina Mary.


Hace tiempo que andaba detrás de una serie de televisión inglesa llamada ‘El príncipe perdido’. Se trata de una serie de alta calidad, del año 2003, que ignoro si llegó a estrenarse en España porque la he visto en DVD. En ella se cuenta la triste vida del príncipe John Charles Francis, el más pequeño de los seis hijos del Rey Jorge V de Inglaterra y de la Reina Mary de Teck. Llamado cariñosamente ‘Johnny’ por su familia, falleció con 13 años por causas derivadas de la epilepsia, que padecía junto a cierto grado de autismo.
Siempre he sentido gran fascinación por este pequeño príncipe, del que había oído hablar sobre sus diversos problemas, pero desconocía que había llegado a vivir hasta la adolescencia.



Sobre su vida se conoció poco, ya que fue apartado de la corte durante su infancia, cuando los problemas de autismo se hicieron cada vez más evidentes y los ataques de epilepsia se sucedían, amenazando con hacerse conocidos para la corte de sus padres. La serie refleja el poco cariño que recibía de sus progenitores, fríos hasta el extremo y más preocupados por la política –el Rey Jorge V- y comprar cosas caras y bonitas –la Reina Mary- que por su hijo maltrecho. El joven príncipe sólo parecía obtener cariño de su hermano el príncipe ‘Georgie’, George Duque de Kent, y por supuesto de la niñera que lo cuidó hasta su muerte, Charlotte Bill, conocida como ‘Lalla’. Con ella vivió apartado de la corte en una casa aislada dentro del recinto de Sandringham, donde la familia real pasaba tiempo en el campo (y lo sigue pasando), si bien no llegaban a verse necesariamente. Allí falleció, tras uno de sus ataques, y allí fue enterrado, alejado de toda pompa y circunstancia pese a ser de pleno derecho un príncipe inglés.
Resulta de lo más curioso comparar esta frialdad de trato de los reyes con su hijo, con la mostrada numerosas veces por la actual Reina de Inglaterra, Isabel II. Es idéntica la de ésta con los anteriores, sus abuelos. Una de estas veces, ahora de actualidad por su aniversario, se produjo durante la muerte de Lady Di. Se criticó entonces mucho a Isabel II por no mostrar empatía con el sufrimiento de su pueblo por la muerte de su princesa querida, y por no mostrar ella misma pena por la que había sido su nuera y madre de sus nietos. Sobre la marcha se vio obligada a rectificar por indicación de Tony Blair. Para el más vulgar de los comunes esta actitud es incomprensible, pero soy de las que piensa que en personas de estas características no es extraña. Creo que entre la joven realeza esta actitud ya no se entendería, pero entre la antigua y la de generaciones anteriores era de lo más normal. Debemos ponernos en situación y entender que tanto Isabel II como sus abuelos no estaban preparados para mostrar afectos en público y mucho menos para albergar en su mente la posibilidad de hacer algo que no estaba socialmente aceptado. Eran y son personas esclavas de su educación y posición. Ni la Reina Mary acababa de entender que tuviera que visitar más a menudo a su hijo enfermo, ni Isabel II entendió que tuviera que mostrar públicamente pena por la muerte de una persona que ya no formaba parte de la familia real, entre otras cosas porque no se había adaptado a sus costumbres.
Al margen del tema de la serie propiamente dicho, es necesario destacar el excelente trabajo de los actores en la misma. Especialmente destacan Tom Hollander como Jorge V, Miranda Richardson como la Reina Mary, Gina Mckee como ‘Lalla’, Michael Gambon como Eduardo VII y Bibi Andersson como la Reina Alejandra. Pero sin duda me quedo con Rollo Weeks como ‘Georgie’ y especialmente Matthew James Thomas como Johnny ya adolescente, que lo retrata como un ser dulce y cariñoso, como sin duda debió serlo este ‘príncipe perdido’. Aunque como me ocurre frecuentemente con este tipo de series o películas inglesas, lo que más aprecio son los detalles… Para no perderse en esta serie hay varios. Empezaría por destacar el magnífico retrato realizado de los últimos días del Zar Nicolás II y su familia, primos hermanos de Jorge V. En el encuentro de ambas familias se observa lo ridículamente afectados que resultaban sus modales para la ya bastante más moderna monarquía inglesa. Ridículas costumbres que serían el principio de su trágico fin.
Otra cuestión a destacar es el magnífico retrato que la serie ofrece de la personalidad de la Reina Mary de Teck. Conocido es su afán por acumular ‘propiedades’ de cualquier tipo, quizás producto de no provenir precisamente de una familia rica y en el fondo haber estado siempre acomplejada por su ‘menor origen’ –la serie recoge como rechaza a su madre, gorda, patosa y poco distinguida, de la que se avergonzaba-. La aristocracia que rodeaba a la familia real inglesa la criticó por haber impuesto como costumbre la estancia habitual de la familia en la ‘pequeñísima’ finca de Sandringham –costumbre que hoy sigue con su nieta-, una pequeña casa familiar como a la que la Reina ‘estaba acostumbrada’ por origen. Asimismo es conocida la anécdota de las quejas que la Reina Mary vertía por el peso de las diademas y tiaras que debía llevar sobre su cabeza en las ceremonias de corte y durante largas horas. Estas quejas eran justificadas por las damas de la aristocracia inglesa explicando que la Reina se quejaba del peso porque no las había llevado nunca y ‘no estaba acostumbrada’. Conocer todas estas habladurías le haría bastante daño pero nada comparado con el que estaba por llegar con la abdicación de su hijo, Eduardo VIII, el posterior Duque de Windsor, para casarse con Wallis Simpson, extremo que conoció en vida.
Relatar más detalles de la serie sería una pena, sobre todo por respeto a todos los que deseen verla. Sin duda la recomiendo, es otra forma de conocer y comprender algunos de los entresijos que rodearon ciertos hechos históricos de la época. Espero que os guste si os animáis.
¿Conocíais la historia de este pequeño príncipe? ¿Qué os parece lo que le pasó? Decidme qué pensáis.

1 comentarios:

  Laura

2 de abril de 2011, 10:15

Vi la serie a la que haces referencia, es más, hace unos minutos termino de ver The king´s speech y ahí nombran a Johnny y me parecía recordar haber visto algo, justo di con tu publicación y recordé la miniserie, donde también se ve como Jorge V le negó asilo a su primo, el zar y el nacimiento de los Windsor. Muy interesante tu sitio y agradezco toda la información que he hallado aquí. :-)




Vótame en Bitácoras.com

votar

Valora esta entrada

Artículos relacionados