A vueltas con la Sartorius


Leo con estupefacción estos días las palabras de los que piensan que Isabel Sartorius hubiera sido mejor Princesa de Asturias que Letizia Ortiz. Y todo a raíz de las famosas fotografías de las dos en una terraza de El Pardo tomando algo y las posteriores reacciones de todos, que por algo en España hasta el más pintado sabe de la vida de cualquiera que la misma persona en sí.



Reitero que estoy estupefacta porque, una vez más, Sartorius nos ha demostrado que no ha estado ni está a la altura que hubiera exigido su alto destino como probable Princesa. Su tan publicitado estatus de hija de la aristocracia española, sus relaciones con estamentos de la alta sociedad madrileña, sus conexiones familiares con cierta realeza europea –su padre estuvo casado en segundas nupcias con la princesa Nora de Liechtenstein- y su siempre expuesta “importante formación” intelectual no han dado mucho de sí.
Ella debe ser consciente de que ciertas “consecuciones” de su vida han llegado por lo que pudo haber sido y no fue. Nada ha cuajado en su vida –sí, ya sé que puede ser un poco de mala suerte- y al final ha elegido el camino más obvio para ganarse la vida: hablar de aquello por lo que todo el mundo la conoce. Sin ser demasiado obvia y sin dar demasiados detalles. Dejando entrever o dando pistas a la imaginación, pero sin confirmar nada importante. Aunque para el caso las formas dan lo mismo.
Espero que sea consciente –como también lo son tanto el programa en el que trabaja como la revista para la que ha concedido una exclusiva- que con esta actitud daña a quienes cree defender. Y espero también que la otra parte sea consciente de que con amistades de estas características, no se necesitan enemigos.
Ya hubo bastante con lo de aquella boda falsa que se hizo creer y la criatura con la que salió en brazos, sola, como abandonada, de un hospital madrileño con nombre de palacio. Todavía aquella puesta en escena de Sartorius da de “comer” a algunos que se llaman periodistas. No se pudo ser más torpe en aquel momento, casi tanto como ahora… o no.

2 comentarios:

  Anónimo

15 de julio de 2010, 23:50

Pues sí, puede que la chica haya tenido mala suerte, que no lo dudo pero que tampoco es para tanto dependiendo de con quién se compare, aunque lo que parece es que ha tomado la decisión de vivir de esta forma, bien porque no sabe hacerlo de otra forma (siendo bastante generosa con ella) o simplemente porque es fácil y encima le siguen el cuento. De hecho creo que en general se ha sido bastante generoso con ella, con sus "insinuaciones sin insinuar" y con sus cuidadas entrevistas en momentos escogidos y, la mayoría de las veces, impertinentes sin duda. En fin, no creo que sea mala persona ni mucho menos, pero o es tonta o demasiado lista y tiene la suerte de que se lo permiten.

  Anónimo

15 de julio de 2010, 23:51

Pues sí, puede que la chica haya tenido mala suerte, que no lo dudo pero que tampoco es para tanto dependiendo de con quién se compare, aunque lo que parece es que ha tomado la decisión de vivir de esta forma, bien porque no sabe hacerlo de otra forma (siendo bastante generosa con ella) o simplemente porque es fácil y encima le siguen el cuento. De hecho creo que en general se ha sido bastante generoso con ella, con sus "insinuaciones sin insinuar" y con sus cuidadas entrevistas en momentos escogidos y, la mayoría de las veces, impertinentes sin duda. En fin, no creo que sea mala persona ni mucho menos, pero o es tonta o demasiado lista y tiene la suerte de que se lo permiten.




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